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Vivienda vertical accesible e inclusiva en Honduras
La tendencia de construir viviendas verticales busca aprovechar al máximo el espacio urbano, ofreciendo soluciones habitacionales que se adapten a las necesidades y expectativas de la población. Sin embargo, no solo tiene implicaciones de espacio, sino también ambientales y socioeconómicas, que pueden contribuir a la prosperidad de las ciudades y sus habitantes.
Desde el punto de vista ambiental, el impacto ecológico se puede reducir al optimizar el uso del espacio y los recursos, mitigando los efectos del cambio climático.
Según los estudios de la universidad de Cambridge, Climate Change, 20214, la construcción vertical puede disminuir el consumo de energía y las emisiones de carbono con sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes; reduce la distancia entre los lugares de trabajo y residencia; y permite la creación de áreas verdes y espacios públicos, que contribuyen a la mejora de la calidad del aire y la biodiversidad urbana.
Respecto a lo socioeconómico, la vivienda vertical, genera beneficios económicos para las comunidades urbanas al influir en los precios de la vivienda, el empleo local y la calidad de vida.
Según el informe del Banco Mundial, Vivienda Digna para Todos, 2019, la vivienda vertical puede aumentar la oferta y la accesibilidad en el mercado residencial, al aprovechar el suelo disponible y reducir los costos de construcción y mantenimiento. Asimismo, este tipo de vivienda puede impulsar el desarrollo económico local, al crear empleos directos e indirectos en el sector de la construcción y la apertura de negocios locales orientados a satisfacer la necesidad de los nuevos habitantes.
Por último, puede mejorar las condiciones sociales y culturales de los residentes, al fomentar la convivencia, la diversidad y la integración.
Es importante destacar que la innovación y el diseño en la creación de viviendas pueden ser motores de desarrollo económico y contribuir a la estabilidad económica de una sociedad integrada. Este tipo de vivienda no puede ser concebida como una simple solución técnica, sino como una oportunidad para generar valor agregado y calidad ambiental, para ello, es necesario incorporar criterios de sostenibilidad, funcionalidad, estética y participación ciudadana en el proceso de diseño y construcción para logar que sea alternativas viables y deseables para el presente y el futuro delas ciudades. Igualmente, estos criterios permitirán encontrar alianzas estratégicas entre instituciones públicas, privadas y la sociedad civil, ya que se logrará acceder a los recursos necesarios para crear proyectos verticales sostenibles, amigables e inclusivos, garantizando también que la ejecución de los proyectos sea transparente, eficiente y equitativa.
Es trascendental identificar las zonas urbanas con mayor demanda y déficit de vivienda, para evaluar la factibilidad, legal y financiera en el desarrollo de proyectos verticales y así orientarlos a una población de bajos ingresos. Además, será necesario trazar un plan para promover la integración social y comunitaria de los residentes de estos proyectos, mediante redes sociales, la generación de oportunidades económicas y culturales, junto a la creación de espacios públicos y áreas verdes. Todo esto impulsado por el sector público y privado. Por ejemplo, Condominios Hábitat Cordillera, es el primer proyecto vertical de vivienda social de Honduras, impulsado por Hábitat para la Humanidad. Consta de 11 edificios y 234 apartamentos disponibles en renta con opción a compra, con el beneficio de bonos de Convivienda, para reducir el monto a pagar. (Hábitat para la Humanidad Honduras, 2023).
Publicado originalmente por: CHICO (Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción).
Fecha de publicación original: 30.09.2023